Cultivo una rosa blanca
de José Martí
Cultivo una rosa blanca
en junio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
Biografía de José Martí Pérez |
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La oruga de Martí
Por Juan Domingo Argüelles
Por Juan Domingo Argüelles
El muy popular poema 39 (“Cultivo una rosa blanca…”) de los Versos sencillos, de José Martí, tiene dos palabras que muchos lectores y editores han modificado. Reproducido de su edición original, cuidada por el propio Martí (Nueva York, 1891), el poema dice así: “Cultivo una rosa blanca,/ en julio como en enero,/ para el amigo sincero/ que me da su mano franca./ Y para el cruel que me arranca/ el corazón con que vivo,/ cardo ni oruga cultivo:/ cultivo la rosa blanca.”
Lectores y editores suelen cambiar julio por junio y oruga por ortiga. De ahí que sea frecuente leer “en junio como en enero” y “cardo ni ortiga cultivo”, que no corresponden a la primera edición que salió de las prensas de Louis Weiss. En el primer caso, será porque a muchos les guste más junio que julio; en el segundo, porque creen que “oruga” es una errata y, por un prurito de ultra corrección, le imponen arbitrariamente al verso la “ortiga” que no escribió Martí.
La “oruga” de Martí nada tiene que ver con la entomología sino con la botánica, pues según el Diccionario Espasa y el Diccionario de uso del español, de María Moliner, oruga es, además de la larva de la mariposa, “la planta herbácea anual, de la familia de las crucíferas, común en los linderos de los campos cultivados, y cuyas hojas se usan como condimento por su sabor picante”.
¿Quién habrá sido el primer editor que le enmendó la plana a Martí? ¿O quién habrá sido el primer editor que, por descuido de un tipógrafo e inadvertencia de un corrector, transformó la oruga en ortiga y difundió el estropicio para futuras ediciones? Esto sólo podrá resolverlo una investigación detectivesco-literaria. Lo cierto es que no hay una sola edición respetable que acepte la intrusión de esa ortiga.
Las Obras completas de Martí, publicadas por la Editorial Nacional de Cuba (1963-1965), y reproducidas, en 1975, por el Instituto Cubano del Libro, acatan lo que Martí escribió y publicó, como también lo acatan Cintio Vitier, Fina García Marruz y Emilio de Armas, del Centro de Estudios Martianos, encargados de publicar, en edición crítica, la Poesía completa del poeta y prócer cubano. (La misma que en 1998 publicó en México la UNAM en su colección Diversa, cuando Marco Antonio Campos llevaba el Programa Editorial de la Coordinación de Humanidades.)
Ninguna buena edición incluye la ortiga espuria. En la edición de Porrúa (1973) de los Versos sencillos, prologada por Raimundo Lazo, la oruga de Martí sigue siendo oruga, lo mismo que en la Antología general de Martí (México, SEP, Clásicos Americanos, 1982), preparada por Jaime Labastida. Las ediciones que contienen el verso “cardo ni ortiga cultivo” son las más descuidadas, como el tomo de las Poesías completas de Martí, de la Editorial Claridad (Buenos Aires, 1983, tercera edición).
La ultracorrección ha tenido tal difusión que incluso los poetas que leen y algunos lectores atentos llegan a pensar que oruga es una errata. El cultivo de la ortiga intrusa ha tenido muchísimo éxito y, ahora, con Internet, dispone de una herramienta extraordinaria para propagarse más. En el buscador de Google hay casi ochocientas páginas que citan el verso como “cardo ni ortiga cultivo”, y únicamente 289 que lo citan correctamente.
Sin embargo, también en Internet hay quienes se esfuerzan por frenar este cultivo pernicioso, como lo hace don Andrés D. Puello en el “Rincón martiano” de su página “Recuerdos de Cuba” (www.adpuello.com). Por principio, don Andrés hace notar algo que muchos lectores de los Versos sencillos pasan, increíblemente, por alto: que desde la tercera estrofa de este libro, Martí declara: “Yo sé los nombres extraños/ de las yerbas y las flores”.
Y explica: “La oruga como hierba no se conoce en Cuba. Lo que se conoce entre los cubanos como oruga es la larva o gusano de la mariposa. En los años treinta del siglo pasado, algunos estudiosos de Martí consideraron que la palabra ‘oruga’ que aparecía en los Versos sencillos era un error tipográfico y la cambiaron por ‘ortiga’, que es nombre de otra planta espinosa. La oruga es popular en España, en la zona de Aragón, donde Martí completó su educación. En 1950 el aragonés Antonio Poned llevó a Cuba un ejemplar de oruga, para demostrar la existencia de dicha planta”.
De modo tal que dejemos a los Versos sencillos y a Martí (indudable conocedor de la naturaleza y la botánica) con su oruga, pues a veces se olvida que los libros y la poesía deben servir también para aprender, para conocer algo nuevo.
Jornada Semanal, 28 de agosto de 2005 núm. 547
Tomado de Librínsula, Publicación Semanal de la Biblioteca Nacional José Martí, Cuba, Año 2, Nro.87, Viernes, 2 de septiembre del 2005
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